Chantada (IV)


(../..) -¿sólo esa maleta?

-¿perdón?

-¿qué si sólo llevas esa maleta?

-me parece que se equivoca…

-No creo, te hubiera reconocido entre un millón. Ya verás como te gusta la casa, te va a ir muy bien

De nuevo esa sensación de no poder controlar su cuerpo, sus deseos, su vida… sube al coche y se deja llevar, sin ver más que oscuridad…

-Ya veo que eres mujer de pocas palabras

¿y ella como puede pretender saber como soy?si ahora no soy como soy ni como nunca he sido, si lo que soy es proporcional a como estoy y ni se parece una ínfima parte de como era, porque el dolor hace cambiar a la gente, la destroza por dentro y eso se nota por fuera, porque te quedas seca de no poder amar, de tanto llorar o de no poder llorar, que también sucede, te cambia el humor, la constitución, te cambia entera.

-Benvenida a Casa das Xacias

¿cuándo dejó de moverse el coche? Abre los ojos y el verde la sorprende, la golpea más que cualquier otra cosa y la obliga a cerrar de nuevo los ojos, las lágrimas vuelven después de varios días de ausencia, a ella le habría gustado tanto estar aquí… abre el brazo para rodear a alguien imaginario, sólo cuando no toca nada real vuelve a poner el brazo en su posición natural antes que nadie piense que está loca.Su habitación tiene cama de matrimonio, baño particular y un balcón que da al verdor espectacular que ha contemplado al llegar… se sienta en la cama, acaricia la colcha y se abraza a la almohada, demasiado grande para ella, cierra los ojos y se deja llevar otra vez por ese olor que impregna la almohada.Un suave toque en la puerta la sobresalta, ¿cuánto tiempo hace que llegó?¿se ha dormido?la primera vez en días que logra descansar pues cuando se levanta sus piernas están frescas y su mente algo despejada.

-Querida, la cena está lista. Por cierto antes no me presenté, soy Esperanza

-Encantada… no tengo mucho apetito

-Te iría bien comer algo…

-Está bien, dame unos minutos para refrescarme-

-Bajando la escalera la primera puerta a la derecha

A pesar de la falta de apetito termina todo lo que le han puesto en el plato, no toma café, “no dormiría” se excusa y sale de la casa. Se sienta en uno de los bancos que hay bajo el porche, se abraza las piernas con los brazos y se balancea suavemente. La noche empieza a ser fría, su piel se estremece y decide retirarse a dormir, la casa parece vacía, no ha visto a más huéspedes, el silencio lo empaña todo, hasta el chirrido de su puerta parece haber callado con la noche. Ya en la cama se arrebulle en un lado dejando el otro intacto, cierra los ojos y por fin duerme sin pensar en nada.  (continuará...)

Texto: Dsdmona

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2 comentarios :

  1. "...y ni se parece una ínfima parte de como era, porque el dolor hace cambiar a la gente, la destroza por dentro y eso se nota por fuera, porque te quedas seca de no poder amar, de tanto llorar o de no poder llorar, que también sucede, te cambia el humor, la constitución, te cambia entera."
    Precioso Dsdmona

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  2. Sí es un hermoso párrafo, pero yo diría que todo el trocito. Me gusta mucho. Un beso

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