Suite francesa


Lucile Angellier es una hermosa joven que aguarda noticas de su marido, prisionero de guerra, mientras lleva una sofocante existencia junto a su controladora suegra en un pequeño pueblo de la Francia de 1940. Ambas viven ajenas a la realidad de la guerra hasta que un grupo de refugiados parisinos llega  a la localidad huyendo de la ocupación, al que sigue un regimiento de soldados alemanes que establecen sus residencias en los hogares de los habitantes del pueblo.
En casa de los Angellier, Lucile intenta en un principio ignorar a Bruno, el elegante y refinado oficial alemán a quien se le ha encargado vivir con ellas. Pero poco a poco, un poderoso amor les unirá y atrapará en un momento donde el amor queda oscurecido por la infame realidad.

Esta película está basada en la novela homónima que dejó inacabada Irène Némirowsky (escritora francesa que murió en un campo de concentración alemán durante la II Guerra Mundial).

¿Es posible para el amor superar la barrera del odio? Dicen que del amor al odio sólo hay un paso pero que ocurre cuando ese paso separa acosados de acosadores, amigos de enemigos, malos de buenos...

En unos tiempos difíciles, en un ambiente poco propicio Lucile conoce a Bruno. Al instante surgen chispas en sus ojos, la música les hace de puente de unión, parece, además, que ninguno de los dos debería estar donde se encuentra; todo es favorable para su unión ¿todo? ella es francesa, casada, no judía y vive bajo la férrea mano de su suegra en ausencia del señor de la casa; Bruno está casado, es alemán y está decidido a intentar pasar lo más desapercibido que pueda a pesar de su rango en el ejercito.

Quizás en otras circunstancias, en otros tiempo o con otros condicionantes estaríamos delante de una gran historia de amor, de aquellas de cuento de hadas y final feliz, pero esto es la guerra y en estas circunstancias las reglas del juego varían considerablemente.

A lo largo de la cinta conocemos un poco más a Bruno y a Lucile y algo nos dice que no podrá acabar bien.

Alrededor, un ambiente deprimido, los señores viviendo cómodamente mientras sus empleados, no menos que siervos, viven con menos y nada y aún se permiten ir con la cabeza alta. Vecinos que denuncian, fundada o infundadamente, a su vecino para ganarse el favor de los recién llegados e intentar sobrevivir algo mejor intentando, de paso, saldar viejas rencillas o deudas contraídas. Y luego está ella, Madame Angellier (Kristin Scott Thomas), tan estirada que piensas que se va a romper en cualquier instante, tan seca, tan segura de que nada puede cambiar y... (no quiero fastidiar a nadie su actuación).

No he leído el libro a pesar de llevar en mis estanterías un par de años, ahora le haré un hueco próximamente y volveré a deleitarme con esta historia de amor y desamor ambientada en una época que me apasiona y que truncó tantas vidas y malbarató otras tantas por el simple hecho de haber nacido en un lado de la frontera u otra.

Muy recomendable.

3 comentarios :

  1. Yo el libro no lo he leído, y tampoco pensaba hacerlo. En estos casos que no tengo pensada una lectura, me encanta que decidan hacer la película, porque para mí es otra forma de enterarme de la historia ... La tengo anotada para verla, a ver qué tal.

    bsos!

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  2. Tinc pendent el llibre, la pel·lícula la deixo per després. M'agrada molt la Némirowsky.

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  3. Hola, esta película me llama mucho y no sabía que era un libro, gracias por el dato porque espero leer la novela antes!!

    Besos!!

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